Este
ritual sirve para aliviar los efectos de una depresión, pero para curarla hay
que averiguar que es lo que ha llevado a esa crisis, pues un estado anímico depresivo siempre es un síntoma y un
aviso interior de que algo no esta bien en la vida de una persona, y se debe
analizar que es y buscar el cambio. Con este ritual aminoramos los síntomas para
que la persona pueda entender que le pasa, el porque y buscar como
solucionarlo o ayuda para ello si uno mismo no puede.
Que
necesitamos:
- Cono o varilla de
incienso de pachuli
- Un folio o papel en
blanco.
- Bolígrafo o lápiz
- Una vela de color
violeta
- Un cinta o lazo de 15 centímetros de color violeta
- Un puñado de
lentejas
El
ritual debe hacerse un jueves por la noche
RITUAL
·
Encender el cono
de incienso
·
Encender la vela
violeta y situarnos en frente de ella.
·
Hacer unas
respiraciones profundas y relajar hombros, cabeza, cuello y brazos. Intentar
dejar la mente en blanco.
·
Imaginar que uno
ha sido objeto de injusticias
·
Adoptar, sin
temor, una actitud de resentimiento y recriminación hacia las personas
conocidas, intentando visualizar hasta los máximos detalles los agravios que
haya recibido por tontos que parezcan.
·
Decirle a cada
una de las personas por escrito, lo que le ha molestado, reclamar, e incluso
enfadarse si así siente que es necesario.
·
Cuando ya no
queden mas agravios que recordar, se cuentan cuantos han sido en total y coger
una lenteja por cada uno, dejándolas separadas del puñado.
·
Quemar el papel
donde hemos escrito todas nuestras quejas y agravios, con la llama de la vela, cuando el papel este
quemado del todo apagar la vela.
·
Atarse la cinta
en la muñeca izquierda con cinco nudos, a la vez que se recita la oración:
Los
Dioses me darán fuerza.
La
naturaleza curara mi alma.
Me
comprometo conmigo mismo a no dejarme vencer.
No
se que cosas maravillosas me esperan,
pero
ahí estaré para recibirlas.
- Llevar las lentejas
que se han separado y representan nuestras quejas y agravios a un cruce de
caminos o de calles y arrojarlas por encima del hombro izquierdo hacia la
espalda.
- Alejarse del lugar
sin volver la cabeza y no pasar por ahí en el resto del día.
- La cinta ha de dejarse
en la muñeca hasta que se caiga por si misma.