UN POCO DE HISTORIA
Magos, sibilas,
curanderos e incluso los modernos homeópatas saben que la ruda es una de las
plantas más poderosas que existen tanto en la hechicería como en medicina
natural. En Grecia, Hipócrates la recomendaba para aliviar dolores y combatir
epidemias, mientras que las curanderas modernas creen que la ruda cura el mal
de ojo y atrae el amor, entre otros beneficios.
La ruda, perteneciente a la
familia de la rutacéas, es originaria del Asia Menor y del Mediterráneo
oriental.
Es una planta vivaz,
ramificada, de color verde-gris y aroma muy intenso, con los tallos rígidos y
redondos, mientras que sus flores son amarillas.
Posee tallos erguidos
que miden 40-50 cm de altura.
Florece en primavera y
verano y de ella se recogen las sumidades floridas justo en cuanto las flores
empiezan a abrirse. Se recomienda recogerla con guantes puestos y no tocarse
los ojos sin antes haberse lavado las manos.
Toda la planta despide
un olor penetrante muy particular, y tiene sabor acre y amargo.
Innumerables
civilizaciones han sido adoradoras de la ruda. Los romanos, por ejemplo, eran fieles
cultores de esta hierba. Era común que los jueces llevaran consigo algunas
hojitas cuando debían estar en contacto con algún prisionero, pues existía la
creencia de que la ruda los preservaba de las contaminaciones y del mal de ojo
y añadían el extracto de la hierba en las comidas cuando presentían
ser atacados por el poder mental de un hechicero.
En Grecia se le consideró como antídoto contra el veneno de hongos
tóxicos y como cura para las picaduras de algunas serpientes. Debido a su
penetrante y peculiar fragancia también se le utilizó en el ejercicio del
exorcismo.
Pero no sólo se emplea
para purificar la mente y alcanzar la clarividencia, también se quema en
montoncitos dentro de las casas, además de como aromatizante, para ahuyentar
los posibles maleficios y presencias invisibles. No en vano, se la conoce en
distintos círculos como la planta del ‘perdón’, una forma natural de
disculparse y afrontar los sentimientos con positividad, relegando al olvido
las rencillas.
Los chinos
también le adjudicaron características benéficas. La usaban para contrarrestar
las fiebres palúdicas y los malos pensamientos.
Para los magos celtas la ruda era una verdadera
defensa contra hechizos y trabajos maléficos. Solían usarla para las
bendiciones y la sanación de los enfermos.
Y ese mismo carácter sagrado
tuvo para los egipcios, hebreos y caldeos,
quienes afirmaban que la planta de ruda era un don de los dioses.
Aunque la especie es
originaría de la región mediterránea, fue transportada a través de los andes
por los monjes benedictinos.
En América, los indígenas agregaban esta
hierba en sus gualichos de amor (trabajos o hechizos de amor). Aseguraban,
además, a las enamoradas, que con apenas exponer unas pocas ramas a la luz de la
Luna y
después entregárselas a sus amados, conseguirían conquistar el corazón del ser
querido.
Entre sus principios
activos se destacan la rutina, tanino, goma, resina, aceite esencial, pineno y
limoneno.
Se emplea en medicina
natural, tanto la planta como la esencia y el glucósido rutina que de ella se
extraen, para incrementar la resistencia de los capilares sanguíneos y tiene
también propiedades antiespasmódicas, sudoríficas y rubefacientes.
Desde hace siglos, la
ruda tiene fama de ser emenagoga, o sea, de provocar o aumentar el menstruo
cuando es insuficiente. Sin embargo, el tiempo de su uso en este caso, el
cual es interno, deberá ser breve.
La ruda se emplea,
igualmente, como tranquilizante nervioso, ya que calma los ataques de pánico,
la histeria y la zozobra.
También es recetada para
eliminar parásitos intestinales y, si se aplicar directamente en la frente,
alivia las jaquecas.
ALGUNOS REMEDIOS CON
RUDA
Hervir 1
cucharadita de ruda en 1 taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar
refrescar. Tomar 1 ves al día por dos días.
Remedio con ruda para
los estados de estrés.
Tomar 10 gotas de la
infusión (ante descrita) sobre un pedacito de azúcar.
Remedio con ruda contra
las lombrices.
Hervir 10 gramos de ruda
en 1/4 de litro de aceite de comer. Tomar 2 veces por día 1 cucharadita.
También se hacen enemas del cocimiento de las hojas en la dosis de 10 gramos
por litro de agua.
Remedio con ruda para
los mareos y desmayos.
Frotar un puñado
de hojas de ruda trituradas con vinagre de vino en las sienes y ventanas de la
nariz.
Remedio con ruda para
llagas o úlceras de la piel.
Hervir 30 gramos de ruda
en 1 litro de agua por 10 minutos. Retirar del fuego y dejar
refrescar. Empapar un paño de algodón limpio y aplicar sobre el área
afectada.
PRECAUCIÓN:
Evitar en caso de
embarazo, ya que la ruda ejerce una fuerte acción sobre las fibras uterinas y
congestiona los órganos genitales.
Evitar dosis elevadas de
ruda, ya que es muy tóxica debido a contiene alcaloides.
Tomar siempre con mucha
precaución.