Nunca
se debe de utilizar un cristal sin haberlo lavado y purificado antes, pues
absorbe los pensamientos y los sentimientos de las personas que lo hayan tocado
antes de que tú lo haya adquirido, incluso cuando te lo han regalado o lo has
encontrado, o te ha encontrado a ti, debes proceder a su limpieza.
No
deje que nadie toque su cristal, y si sucede debes de lavarlo y meterlo en sal
gorda y volver a programarlo.
Si
estas deprimido, enfadado o nervioso no te acerques a tu cristal, y aun menos
lo programes en esa circunstancia, ya que él capta esa negatividad y la
devuelve amplificada. Por eso debes de aprender el proceso antes de utilizarlo.
En
primer lugar debes de lavarlo con agua corriente y con jabón.
El
cristal se alimenta principalmente de la luz solar. Lo ideal es exponerlo al
Sol, aunque algunos cuarzos como la amatista no es conveniente hacerlo pues
pierden el color, Aunque hay personas que los alimentan exponiéndolos a las
tormentas, a la luz solar reflejada por la Luna, en el jardín, en la ventana o
terraza, pero es mucho mejor la luz solar. Otras piedras como la selenita o
piedra luna prefieren para su carga la luz de la luna.
Si
tu cristal se rompe o quiebra, o incluso desaparece, no lo lamentes, pues eso
es que ya cumplió su papel contigo, o quizás no soportó la energía negativa y se sacrificó por ti, simplemente agradece su
tiempo y ayuda contigo. Si se te ha roto entierra el cristal o piedra en el
campo o lo dejas en el mar o en el río, devuélvele a la naturaleza.
Hay
varias maneras de limpiar un cristal, puedes escoger la que más te guste que
explicare a continuación:
LIMPIEZA CON AGUA Y SAL:
Es el método más corriente y más utilizado.
Si es posible utilizar directamente
agua del mar, sería mejor porque el agua marina ya contiene todos los
oligoelementos necesarios para ayudarnos a limpiar y cargar nuestros minerales,
piedras y gemas, sino siempre utilizar sal gorda marina.
Necesitamos:
·
Un cuenco preferiblemente de cristal donde poner nuestras
piedras.
·
Agua del mar si tenemos, o en su defecto agua del río o del
grifo a la que añadiremos sal.
Cogemos el cuenco, lo llenamos con agua
del mar, del río o del grifo, dependiendo de dónde nos encontremos en ese
momento, le echamos tres pizcas de sal y removemos tres veces en sentido de las
agujas de reloj con el dedo índice de nuestra mano de poder (derecha para los
diestros, izquierda para los zurdos). A continuación colocamos las piedras que
queramos limpiar en el cuenco, y lo dejamos toda la noche a la luz de la luna
llena, de esta forma el agua con sal las limpiará y la luna llena las
purificará. Es importante echarle sal al agua pues la sal absorbe las energías
que queremos eliminar de las piedras.
Después de toda la noche, cogemos el
cuenco. No importa si le dan algunas horas el sol, pero sería conveniente
quitarlas al amanecer o un par de horas después como mucho.
Ahora es el momento de usar el agua
corriente, es conveniente limpiar bien la sal restante de cada piedra,
cogiéndolas y dejándolas individualmente en nuestra mano de poder bajo el
grifo, mientras visualizamos como los últimos resquicios de energía sobrante de
la piedra desaparecen.
LIMPIEZA CON EL SOL
Para limpiarlas con la energía solar
necesitamos:
·
Un día soleado.
·
Un cuenco preferiblemente de cristal donde poner nuestras
piedras.
·
Agua del mar si tenemos, o en su defecto agua del río o del
grifo a la que añadiremos sal.
La limpieza es muy parecida a la del
agua con sal, la diferencia es que ahora, en lugar de poner las piedras a la
luz de la luna, las ponemos a la luz del sol y las dejamos entre 3 y 4 horas
expuestas a la luz directa del sol. Si estamos en verano será suficiente con 3
horas, en invierno podemos dejarlas 4 horas. Las piedras deben estar dentro del
cuenco con el agua salada y expuestas directamente a los rayos de la luz solar.
El resto del proceso es igual que en el
caso anterior.
LIMPIEZA CON LA TIERRA:
Para limpiar nuestros minerales, gemas
y piedras con la energía de la Madre Tierra necesitamos:
·
Un lugar para enterrar las piedras.
Esta es una limpieza que se debería
hacer de tanto en tanto, pues los minerales, piedras y gemas nacen de la Madre
Tierra, recogieron su energía prístina de la Tierra y es conveniente que de vez
en cuando vuelvan a recordar sus orígenes y a recargarse con su energía vital.
Es conveniente enterrarlas durante unos
7 días aproximadamente en un lugar seguro. Si no encontramos o disponemos de
ningún lugar propio donde poderlas dejar( jardín, maceta amplia etc), podemos
recoger un poco de tierra y hacerlo en nuestro cuenco de cristal en casa, como
las otras limpiezas. Ponemos parte de la tierra en el cuenco, depositamos
nuestras piedras y cubrimos con el resto de la tierra.
Transcurrida esta semana, sacamos los
minerales, piedras y gemas que hayamos puesto en nuestro cuenco para
energetizar y limpiar y las pasamosbajo
el chorro de agua del grifo secándolas cuidadosamente con un paño de
algodón después.
Si quieres comprobar que la
energetización y la limpieza de las piedras ha sido correcta, puedes utilizar
un péndulo o cualquier otro método que conozcas, como por ejemplo a través de
un test kinesiológico que consistiría en hacer unas cuantas respiraciones
profundas y dejar la mente en calma, coger la piedra con tu mano de poder
(diestra o sinistra), cerrar los ojos suavemente y dejar sentir hacia dónde se
balancea tu cuerpo. Si se inclina ligeramente hacia adelante es que está limpia
y si lo hace hacia atrás es que debes volver a limpiarla porque aún quedan
energías residuales en ella. Ponla debajo del grifo y vuelve a limpiarla
ayudándote con tu mente y frotándola suavemente entre tus dedos visualizando e
imaginando que de esa forma queda limpia de energías negativas.
·
LIMPIEZA
CON LOS CUATRO ELEMENTOS:
Lo que necesitamos es:
* Un cuenco de agua.
* Una vela roja.
* Una vara de incienso.
*Un plato con tierra o con sal.
Este es el medio más complejo. Se suele
usar cuando no tenemos a disposición los lugares adecuados para hacer el resto
o como sucede con algunas piedras (que indicaré al final), que no se pueden
limpiar con agua o con sal. Este método sí que nos llevará menos tiempo.
Preparamos una mesa. Colocamos el
cuenco con agua en el Oeste. Encendemos la vela y la colocamos en el Sur.
Encendemos el incienso y lo colocamos en el Este y para terminar, ponemos el
cuenco con tierra en el Norte. En medio de todo esto la piedra que queremos
limpiar.
Cuando esté todo listo, hacemos unas
cuantas respiraciones profundas, nos centramos en el trabajo que vamos a
realizar y detenemos nuestra mente. Nos dirigimos al norte, al plato con sal o
tierra. Colocamos la piedra allí, la enterramos y decimos algo como:
“Yo te llevo de nuevo a tu origen, la
Tierra y ella te purificará”.
Nos concentramos unos minutos mientras
visualizamos cómo la tierra absorbe las energías que queremos limpiar de la
piedra.
La sacas de ahí, la limpias un poco con
la mano y la pasas sobre el humo del incienso, unas 9 veces, de derecha a
izquierda, mientras dices:
“Yo te llevo al humo y el aire se encarga
de purificarte”.
Observa como el humo pasa por la
piedra, la atraviesa y se lleva las energías perturbadoras.
Luego pasas la piedra por la llama de
la vela varias veces y rápidamente, para evitar quemarte, mientras dices:
“Yo te llevo al fuego y la energía
transmutadora de la llama te purifica”.
Visualiza como el fuego quema las
energías negativas de la piedra.
Para terminar colocas la piedra en el
agua, y dices:
“Yo te llevo al agua y la energía
limpiadora del agua te purifica”.
Visualiza el agua lavándola y limpiando
sus energías.
Comprueba con la forma que he dicho
anteriormente si la piedra ésta limpia, sino lo está repite el ritual cuantas
veces sea necesario y la piedra estará lista para ser usada.
Las frases que he escrito son simples
pero eficaces. Puedes cambiar las palabras, hacer frases más complicadas.
Recuerda que la magia está en ti, y que eres perfectamente capaz de crear tus
propias palabras y rituales.
Algunos
minerales, piedras y gemas necesitan unos cuidados especiales.
Hay algunas piedras que por sus
cualidades y composición no se pueden limpiar con determinados procedimientos
porque las dañaríamos.
Por ejemplo hay algunas que no se pueden limpiar con agua y sal
porque la sal las perjudicaría, o bien se derretirían con el agua. Entre estas
piedras se encuentran todas aquellas que estén engarzadas en plata, la pirita,
los metales o las que contienen grandes cantidades de metal en su composición, selenita,
o el lapislázuli por contener incrustaciones de pirita, el ópalo, el ámbar, las
esmeraldas, la malaquita o las turquesas.
Hay también piedras que no deben ser expuestas al sol porque si
lo hiciéramos perderían el color o el brillo y se debilitarían. Estas son, por
ejemplo, la amatista, el cuarzo rosa (o cualquier cuarzo con color), el ópalo,
el zafiro o las ágatas. Generalmente todas aquellas piedras que tengan un color
semitransparente. Las turmalinas, por ejemplo gustan de lugares oscuros y
resguardados.
Hay
piedras de carácter lunar que se verán beneficiadas si son expuestas a la luz de la
Luna en período creciente y en Luna llena. Estas piedras son el cuarzo blanco,
la selenita, la amatista, la esmeralda y la piedra de Luna. (¡¡¡Cuidado con
exponer durante mucho tiempo la selenita a la luna si hay un alto índice de
humedad!!!)
Hay que mantener el entorno de las
piedras limpio, con velas, incienso y flores frescas siempre que sea posible.
Sin olvidar además nuestro poder mental e intención y la ayuda que tenemos
utilizándolo en todo cuanto nos rodea.
Si una piedra o cristal se rompe o
pierde totalmente su poder curativo debido a un exceso de trabajo, no deben
despreciarse jamás.
Podemos revitalizar los minerales,
piedras y gemas enterrándolos en nuestro jardín, o en nuestras macetas, no solo
ayudarán a las plantas sino que, con el tiempo, pueden ir recuperando su
fuerza.
Lo podemos hacer también tirándolos al
mar; sobre todo donde haya acantilados. Se purificarán, se renovarán y el mar
las pulirá. Quizás un día la encuentre otra persona, y comenzará de nuevo su
beneficiosa labor.
Los minerales, piedras y gemas se
pueden cargar, programar y preparar de forma personalizada para el beneficio de
las personas y ayudarles a paliar sus dolencias, a salir de determinados
procesos de ansiedad, depresivos, etc. y también para ayudar a potenciar las
capacidades de cada uno. Si tú crees que puedes hacer este trabajo y resuena
contigo, llegará a ti el modo personal de hacerlo. También pueden ser cargadas
utilizando un cuenco de cuarzo o tibetano en su defecto y haciéndolas vibrar
dentro de él, etc. Ese método se utiliza mucho para hacer amuletos
personalizados que ayuden a potenciar las capacidades de cada persona o para
ayudarles a superar algún momento trágico o traumático en su vida.
Los minerales, las piedras y las gemas
son un regalo de la naturaleza donde se guardan todas las memorias olvidadas
desde la creación, desde el principio de los tiempos. Ellas nos ayudan a sanar,
a eliminar bloqueos, a equilibrar nuestros puntos energéticos, conocidos
también como chakras y a potenciar todas nuestras capacidades, nos ayudan a
evolucionar y a seguir siempre adelante.
Con ellas también se pueden hacer
elixires, que al beberlos nos ayudan y benefician con nuestras dolencias y
nos devuelven parte de esa energía vital que perdemos en el día a día.