¿A
quien no se le ha caído algo de las manos alguna vez? Muchas personas se preguntan al caer algún
objeto si esta acción les traerá buena suerte o no. En este sentido, os presento varios objetos comunes
que con frecuencia se nos escapan de las manos y os indico según la tradición
cuáles atraen lo positivo o lo negativo al caer o al ser derramados.
Vino
Si
se ha brindado con mucho entusiasmo y se derrama un poco de vino, se puede
estar tranquilo, ya que esto trae la buena suerte.
Derramar vino en el suelo se
considera un tributo de buena suerte a los ancestros; por otro lado, derramar
vino en la mesa también es de buen augurio, y es un símbolo de la alegría de
compartir la mesa con una buena compañía.
Alfiler
Si
se cae uno, se levanta y se pide un deseo el cual se hará realidad.
Tenedor
Dejar
caer un tenedor significa que la dama de las suerte está por llegar. Si no es
ella, en todo caso es una visitante mujer. No hay efectos negativos.
Cuchara
Menos
dramáticas, según la superstición, son las indicaciones sobre la cuchara.
Cuando en la mesa hay dos cucharas apoyadas en el borde de un plato con la
parte cóncava dirigida hacia abajo, se anuncia un matrimonio en familia. Cuando
a un niño se le cae la cuchara, hay que observar con qué mano la recoge porque
es una indicación precisa sobre su futuro: la derecha indicaría prosperidad y
felicidad, la izquierda mala suerte. Cuando cae una cuchara, siempre se debe
esperar una sorpresa: las noticias serán buenas, si la parte cóncava de la
cuchara está hacia arriba, y en caso contrario se deberá esperar lo peor.
Cuchillo
Cuando
un cuchillo se cae accidentalmente, es de muy buena suerte si se clava la punta
en el suelo (además de espectacular)
Si
el cuchillo quedó clavado con una inclinación hacia algún lado, es porque la
suerte llegará desde esa dirección. Por el contrario, es indicio de mala suerte
si el cuchillo no cae de punta sino de lado. Quiere decir que habrá una disputa
o que un visitante indeseable llamará. Si una persona diferente a la que dejó
caer el cuchillo lo recoge, tendrá buena suerte.
Tijeras
Los
supersticiosos ven presagios incluso en la caída de las tijeras. Hay que dejar
que otros las recojan y, si no es posible, caminar por encima antes de
levantarlas. Sin embargo, una vez hecho es necesario sujetarlas con la mano
hasta que estén calientes, y sólo entonces utilizarlas sin riesgos.
Cuando
las tijeras se caen y sus puntas se clavan en el terreno es presagio de muerte.
Regalar tijeras equivale a desear mal, pero también en este caso, como con
todos los objetos apuntados y cortantes, la superstición tiene su origen
principalmente en lo peligroso de este instrumento, si se utiliza sin la debida
atención.
Pan.
No
traerá buena suerte si se cae una tajada de pan al suelo por el lado untado de
mantequilla.
El
pan es un alimento del cual es necesario tener cuidado ,ya que presenta muchas
supersticiones y creencias. Por ejemplo,
La suerte será adversa si:
- La barra de pan se abre por la
mitad cuando se está horneando.
- El pan se quema
- Una barra de pan tiene una
bolsa de aire o está volteada al revés
Tampoco
se debe cortar la parte superior de una barra de pan o cortarla por ambas
puntas (sólo se debe cortar por una de ellas). Igualmente, no es positivo tomar
el último pedazo de pan, a menos que otra persona lo ofrezca y jamás se deja
clavado un cuchillo en una barra de pan.
Leche
Derramar
leche equivale a siete días de mala suerte.
Peine
Si
se cae un peine mientas una persona se arregla el cabello significa que sufrirá
pronto de una desilusión. El antídoto
consiste en pisar el peine y permanecer sobre él algunos segundos.
Horquilla
La
horquilla, si se encuentra casualmente por el suelo, favorece el encuentro con
nuevos amigos. Cuando se encuentra una, hay que colgarla detrás de la puerta durante
un mes, porque protegerá la casa, y luego se debe tirar de nuevo en la calle
para que alguien goce de las mismas ventajas.
Si
la horquilla resbala del pelo, pero se recupera pronto, se evita un grave
peligro; en cambio, si se cae, hay alguien que está pensando con odio en esa
mujer despreocupada, poco atenta con su pelo.
La sal
Derramar
sal es universalmente negativo, ya que, se considera, desde tiempos antiguos
que es mancillar el cuerpo de la Tierra
o de Dios. Aunque también existe la
creencia que debido a que la sal era un objeto muy valioso en la antigüedad,
derramarla no podía ser positiva.
Si
se derrama un poco de sal sobre la mesa, la persona quien lo derramó debe
tratar de echar dicha sal detrás del hombro con el fin de aplacar malos
espíritus. Si la sal cae sobe un mantel, se debe recoger toda la sal derramada
con un cuchillo afilado.
Pasar
la sal en la mesa: Esta acción debe evitarse, ya que es sumamente
negativa. Si alguien quiere sal, se le
pone cercano a él sobre la mesa para que éste lo tome y no se le da en la mano,
ya que, de acuerdo con la tradición popular, si se entrega en la mano, se puede
enemistar seriamente con esa persona.
Trigo, paja y heno
Si
recoger el trigo maduro y llevarlo a casa garantiza protección durante un año,
por el contrario, la paja trae mala suerte. Es necesario prestar atención y
evitar a todo coste que un poco de paja entre en casa, porque acarrearía graves
daños a la familia. La superstición tiene su origen probablemente en la
creencia de que las brujas utilizaban mucho la paja para sus embrujos, en
particular para fabricar las temidas «muñecas» para realizar sus hechizos.
Entre las jóvenes campesinas francesas era habitual poner unas briznas de paja
debajo de la ropa para encontrar un joven que pronto se convertiría en su
marido.
De
combatir el poder negativo de la paja se encarga el heno. De hecho, basta con
arrancar un manojo de un carro para contar con un amuleto dotado de
extraordinario poder, infalible contra los encantamientos
Escoba
La
escoba, objeto emblemático de lo femenino, siempre ha sido un instrumento en el
que la superstición ha echado el resto. Antiguamente, cuando se compraba una
escoba nueva, se aconsejaba «iniciarla» barriendo algo en la casa antes de
echar afuera el polvo. De este modo se favorecía la prosperidad, en caso
contrario, la acción habría significado un acto simbólico de «barrer fuera la buena
suerte».
Nunca
se deben comprar las escobas en el mes de mayo, porque da mala suerte.
Si una muchacha camina sobre el mango de una
escoba, será madre antes de casarse. Tal vez se trata de una superstición que
muestra la influencia de numerosos ritos de fecundidad pre-cristianos, en los
que el simbolismo fálico, aquí personificado en el mango de la escoba, ocupaba
un papel importante.
Cuando
se cambia de casa, no se deben conservar las escobas viejas, porque de hacerlo
se traerían a las habitaciones nuevas todas las desventuras anteriores. Es más,
la tradición aconseja comprar una escoba nueva en cuanto se entra en la segunda
casa y dejarla durante tres días en la puerta como «quita-problemas».
Cuando
un niño juega con una escoba va a llegar un invitado inesperado.
Si
una escoba cae a nuestro paso es señal de desventura: no hay que pasar por
encima, sino que se debe esperar a que otro la recoja.
(* imagen tomada de internet)
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