domingo, 24 de julio de 2016

LA SUERTE Y LOS OBJETOS DERRAMADOS





¿A quien no se le ha caído algo de las manos alguna vez?  Muchas personas se preguntan al caer algún objeto si esta acción les traerá buena suerte o no.  En este sentido, os presento varios objetos comunes que con frecuencia se nos escapan de las manos y os indico según la tradición cuáles atraen lo positivo o lo negativo al caer o al ser derramados.

Vino

Si se ha brindado con mucho entusiasmo y se derrama un poco de vino, se puede estar tranquilo, ya que esto trae la buena suerte. 

Derramar vino en el suelo se considera un tributo de buena suerte a los ancestros; por otro lado, derramar vino en la mesa también es de buen augurio, y es un símbolo de la alegría de compartir la mesa con una buena compañía.

Alfiler

Si se cae uno, se levanta y se pide un deseo el cual se hará realidad.

Tenedor

Dejar caer un tenedor significa que la dama de las suerte está por llegar. Si no es ella, en todo caso es una visitante mujer. No hay efectos negativos.
 
Cuchara

Menos dramáticas, según la superstición, son las indicaciones sobre la cuchara. Cuando en la mesa hay dos cucharas apoyadas en el borde de un plato con la parte cóncava dirigida hacia abajo, se anuncia un matrimonio en familia. Cuando a un niño se le cae la cuchara, hay que observar con qué mano la recoge porque es una indicación precisa sobre su futuro: la derecha indicaría prosperidad y felicidad, la izquierda mala suerte. Cuando cae una cuchara, siempre se debe esperar una sorpresa: las noticias serán buenas, si la parte cóncava de la cuchara está hacia arriba, y en caso contrario se deberá esperar lo peor.

Cuchillo

Cuando un cuchillo se cae accidentalmente, es de muy buena suerte si se clava la punta en el suelo (además de espectacular)

Si el cuchillo quedó clavado con una inclinación hacia algún lado, es porque la suerte llegará desde esa dirección. Por el contrario, es indicio de mala suerte si el cuchillo no cae de punta sino de lado. Quiere decir que habrá una disputa o que un visitante indeseable llamará. Si una persona diferente a la que dejó caer el cuchillo lo recoge, tendrá buena suerte.

Tijeras

Los supersticiosos ven presagios incluso en la caída de las tijeras. Hay que dejar que otros las recojan y, si no es posible, caminar por encima antes de levantarlas. Sin embargo, una vez hecho es necesario sujetarlas con la mano hasta que estén calientes, y sólo entonces utilizarlas sin riesgos. 

Cuando las tijeras se caen y sus puntas se clavan en el terreno es presagio de muerte. Regalar tijeras equivale a desear mal, pero también en este caso, como con todos los objetos apuntados y cortantes, la superstición tiene su origen principalmente en lo peligroso de este instrumento, si se utiliza sin la debida atención.

Pan.

No traerá buena suerte si se cae una tajada de pan al suelo por el lado untado de mantequilla.

El pan es un alimento del cual es necesario tener cuidado ,ya que presenta muchas supersticiones y creencias.  Por ejemplo, La suerte será adversa si:

  •             La barra de pan se abre por la mitad cuando se está horneando.

  •             El pan se quema

  •             Una barra de pan tiene una bolsa de aire o está volteada al revés

Tampoco se debe cortar la parte superior de una barra de pan o cortarla por ambas puntas (sólo se debe cortar por una de ellas). Igualmente, no es positivo tomar el último pedazo de pan, a menos que otra persona lo ofrezca y jamás se deja clavado un cuchillo en una barra de pan.

Leche

Derramar leche equivale a siete días de mala suerte.

Peine

Si se cae un peine mientas una persona se arregla el cabello significa que sufrirá pronto de una desilusión.  El antídoto consiste en pisar el peine y permanecer sobre él algunos segundos.


Horquilla

La horquilla, si se encuentra casualmente por el suelo, favorece el encuentro con nuevos amigos. Cuando se encuentra una, hay que colgarla detrás de la puerta durante un mes, porque protegerá la casa, y luego se debe tirar de nuevo en la calle para que alguien goce de las mismas ventajas. 

Si la horquilla resbala del pelo, pero se recupera pronto, se evita un grave peligro; en cambio, si se cae, hay alguien que está pensando con odio en esa mujer despreocupada, poco atenta con su pelo.

La sal

Derramar sal es universalmente negativo, ya que, se considera, desde tiempos antiguos que es mancillar el cuerpo de la  Tierra o de Dios.  Aunque también existe la creencia que debido a que la sal era un objeto muy valioso en la antigüedad, derramarla no podía ser positiva.

Si se derrama un poco de sal sobre la mesa, la persona quien lo derramó debe tratar de echar dicha sal detrás del hombro con el fin de aplacar malos espíritus. Si la sal cae sobe un mantel, se debe recoger toda la sal derramada con un cuchillo afilado.

Pasar la sal en la mesa: Esta acción debe evitarse, ya que es sumamente negativa.   Si alguien quiere sal, se le pone cercano a él sobre la mesa para que éste lo tome y no se le da en la mano, ya que, de acuerdo con la tradición popular, si se entrega en la mano, se puede enemistar seriamente con esa persona.

Trigo, paja y heno

Si recoger el trigo maduro y llevarlo a casa garantiza protección durante un año, por el contrario, la paja trae mala suerte. Es necesario prestar atención y evitar a todo coste que un poco de paja entre en casa, porque acarrearía graves daños a la familia. La superstición tiene su origen probablemente en la creencia de que las brujas utilizaban mucho la paja para sus embrujos, en particular para fabricar las temidas «muñecas» para realizar sus hechizos. Entre las jóvenes campesinas francesas era habitual poner unas briznas de paja debajo de la ropa para encontrar un joven que pronto se convertiría en su marido.

De combatir el poder negativo de la paja se encarga el heno. De hecho, basta con arrancar un manojo de un carro para contar con un amuleto dotado de extraordinario poder, infalible contra los encantamientos 

Escoba

La escoba, objeto emblemático de lo femenino, siempre ha sido un instrumento en el que la superstición ha echado el resto. Antiguamente, cuando se compraba una escoba nueva, se aconsejaba «iniciarla» barriendo algo en la casa antes de echar afuera el polvo. De este modo se favorecía la prosperidad, en caso contrario, la acción habría significado un acto simbólico de «barrer fuera la buena suerte».

Nunca se deben comprar las escobas en el mes de mayo, porque da mala suerte.

 Si una muchacha camina sobre el mango de una escoba, será madre antes de casarse. Tal vez se trata de una superstición que muestra la influencia de numerosos ritos de fecundidad pre-cristianos, en los que el simbolismo fálico, aquí personificado en el mango de la escoba, ocupaba un papel importante.

Cuando se cambia de casa, no se deben conservar las escobas viejas, porque de hacerlo se traerían a las habitaciones nuevas todas las desventuras anteriores. Es más, la tradición aconseja comprar una escoba nueva en cuanto se entra en la segunda casa y dejarla durante tres días en la puerta como «quita-problemas». 
Cuando un niño juega con una escoba va a llegar un invitado inesperado.


Si una escoba cae a nuestro paso es señal de desventura: no hay que pasar por encima, sino que se debe esperar a que otro la recoja.


(* imagen tomada de internet)

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“El que siembra un pensamiento, cosecha una acción,

el que siembra una acción, cosecha un hábito,

el que siembra un hábito, cosecha un carácter,

el que siembra un carácter, cosecha un destino.”

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