Nadie estamos aislados de las energías positivas y no tan positivas cuando vivimos en sociedad. La
tristeza, las envidias, los problemas en el trabajo, las discusiones de pareja e
incluso las malas intenciones de otros, nos hacen vulnerables y necesitamos una
ayuda extra a través de amuletos o pequeños, pero potentes rituales como este,
para mantener nuestras vibraciones lo más altas posibles y que nos ayuden
a caminar por el camino que deseamos
para nuestra vida y que queremos crear sin traba ninguna.
Con este ritual alejaremos
los problemas y energías negativas de nuestro entorno, además de protegernos
contra cualquier trabajo que alguien con su pensamiento o acción intente
mandarnos.
Necesitamos:
1 hoja de laurel
vela blanca
aceite de oliva
sal gorda marina
Procedimiento:
Cuando la luna este llena,
solo debe hacerse este ritual en ese momento, hacemos un círculo de sal en el
suelo y nos colocamos de rodillas o sentados frente a él.
En el centro del círculo
colocamos una vela blanca y la encendemos con una cerilla; dejamos que la
cerilla se apague sola junto al circulo y cuando ya se haya apagado, cogemos el
laurel con la mano derecha y ponemos la
punta en contacto con la llama y recitamos en voz alta:
“Que el poder de la luna llena aleje las vibraciones, pensamientos, deseos y
palabras negativas de mi. Que el poder del laurel aleje las energías negativas
de mi que impiden que mi destino sea ya y ahora, Luna dame tu energía, dame la
fuerza, para seguir creando mi abundancia”
Una vez dichas estas
palabras, mojamos el dedo índice de la mano derecha en el aceite de oliva y
creamos un nuevo círculo con el, será más pequeño que el anterior porque lo
haremos dentro del anterior de sal y alrededor de la vela que tenemos encendida
y de nuevo recitamos en voz alta:
“Con este aceite sello estas palabras y cierro el
circulo para que se cumplan mis deseos y vengan a mi las energías positivas que
los materialicen. Así es y así será.
Gracias.”
Una vez terminado este
ritual, podemos continuar sentados frente a la vela, meditando y visualizando
nuestros deseos, y sintiendo como se hacen realidad sin impedimento.
Podemos después apagar la
vela, o dejarla hasta que se consuma (yo recomiendo dejarla si no hay peligro
hasta que se apague) y los restos de la hoja de laurel se puede guardar y
llevarla como amuleto protector.
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